15.8.11

Después de casi dos años sin hablar, rompiste tu orgullo por mi y me dijiste "Hola Agus". Admito que temblé como una gelatina, y que también mis ojos eran unas cataratas. Mi corazón latía tan pero tan fuerte, y mi respiración era irregular. Te contesté con un simple hola, mientras que en mi mente se pasaba como una película todo lo que habíamos pasado juntos. Hablamos de muchas cosas. Familia, amigos... y dah, como no era faltar también de amor. Me había puesto nerviosísima y si, como me pasa cada vez que estoy así, me puse a reír. Te dije que no había nada sobre ese tema, y vos dijiste que para vos si. Claramente no me hice la idea de que podría ser por mi, pero cuando me volviste a decir lo que hace dos años no me decías... Me morí, literalmente. Me dijiste si me acordaba que porqué nos habíamos distanciado y te dije que si, entonces algo confundido me preguntaste porqué había sido... Te di mis explicaciones, y vos riéndote me dijiste que no era por eso en realidad, que en verdad me dejaste sola porque no querías lastimarme por la diferencia de edad, y que porque todavía era una nena. Ahora yo me pregunto, ¿qué soy ahora? sigo siendo una nena. Además de eso me dijiste millones de cosas, me aclaraste miles de dudas, y me quedé... ¿tranquila?
Que sepas que NUNCA dejé de pensarte, y que tampoco NUNCA dejé de amarte. Me dijiste que sigo siendo la única, y vos para mi también seguís siendo el único, que lo sepas.

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